En
el ámbito del Marketing se manejan
dos términos para definir a los usuarios que adquieren y/o consumen un
determinado producto y/o servicio, bien sea frecuente u esporádicamente; en
este caso, nos referimos al cliente y
al consumidor. Sin embargo, muchas
personas e incluso empresarios, suelen confundir ambos términos, pues, no
conocen en sí cuáles son las características
principales que los diferencian. De este modo, al crear y aplicar
estrategias de Marketing, no se obtienen los resultados esperados, pues, no van
orientadas a un tipo de usuario en sí. Por ello, te explicamos quién es el cliente y quién es el
consumidor, mediante sus dos principales diferencias.
Fidelización
Esta,
es la principal diferencia entre los dos tipos de usuarios. En este caso, el cliente es aquella persona que se
encuentra fidelizada a la marca, y
por ende, adquiere un determinado producto y/o servicio, de manera frecuente, sin recurrir a otros establecimientos. Por
su parte, el consumidor es aquella
persona que adquiere el bien y/o servicio esporádicamente, sin crear alguna relación de fidelización con la marca.
Por
ejemplo, la persona que siempre acude a un determinado establecimiento de
comida rápida, aun cuando el mismo, frecuentemente se encuentra repleto de
usuarios, haciendo tardía la atención; se considera un cliente. Pues, en lugar de acudir a otro comercio, opta por esperar
ser atendido, sin importarle el tiempo que eso pudiese tomarle; es decir, se
encuentra fidelizado a la marca.
Mientras que, aquella persona que acude al mismo establecimiento de comida
rápida, nota la exuberante cantidad de personas que están primero que ella para
poder ser atendida, y decide marcharse a otro lugar; se le considera consumidor. Dado que, no mantiene una relación de fidelización a
la marca. Tomando en consideración, que tuviese tiempo disponible en ese
momento, para esperar ser atendido solo por disfrutar de los productos.
Compra y consumo
En
este caso, se reconoce a un cliente
por el hecho de ser él, quien adquiere y
paga un determinado bien y/o servicio, pero no lo consume o utiliza. Por ende, aquella persona que no compró el producto pero sí lo consumió o
utilizó, se le considera consumidor. Por
ejemplo, una madre lleva a su pequeño a la heladería, compra para él, un
helado. Ella lo paga, y el niño lo consume. Allí, denotamos cómo la madre es el
cliente, y su hijo es el consumidor.
Así,
en ambos casos solemos identificar a los clientes
y a los consumidores. Por
supuesto, es notable destacar, que todas las personas que crean una relación de
fidelización para con la marca, inician
siendo un consumidor; con el pasar del tiempo, pasan a ser clientes. Por ello, resulta importante
que las empresas de hoy en día, creen estrategias para lograr el apego de nuevos consumidores, al mismo paso que mantienen la fidelización de los ya clientes.
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